Casi toda mi vida viví a 2 cuadras de la Plaza San Martín en Buenos Aires. Primero en la casa de mis padres, y después en mi propia casa.

Digo casi, porque por unos pocos años me mudé unos 5 años a French y Anchorena cuando me independicé y alquilé mi primer monoambiente. ¡Felicidad total!

Pero se ve que el barrio tiraba porque volví y ya hace casi 30 años que otra vez vivo a menos de una cuadra del Palacio San Martín.

Debo haber pasado por su puerta y sus laterales infinidad de veces en todos estos años. Cuando voy y vuelvo al trabajo, cuando la paseo a Pippa, cuando voy a la peluquería. En fin… ¡está a menos de una cuadra!

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Pero nunca había entrado… La oportunidad llegó con la invitación a una visita y un cocktail organizado por una tarjeta de crédito.

Una anécdota graciosa, la persona que me pasó la cartera por el detector de metales me saludó con un beso. Habíamos charlado millones de veces porque es fanático de los bóxer. Otra amistad obtenida gracias a Pippa.

En fin… después de tener «la ñata contra el vidrio» por aaaaaños, por fin entraba al palacio. Uno de los motivos era porque no tenía idea que admitía visitas guiadas…

Historia del Palacio San Martín

Este palacio se construyó entre los años 1905 y 1909 a pedido de Mercedes Castellanos de Anchorena. Por eso en su inicio se conocía como el Palacio Anchorena.

Mercedes, le encargó la obra al arquitecto Alejandro Christophersen, en estilo Bellas Artes. Este arquitecto también fue el autor de la fachada del Café Tortoni y de la Iglesia Ortodoxa Rusa de San Telmo.

El palacio se inauguró para la conmemoración del centenario de la Revolución de Mayo, hecho histórico ocurrido en 1810 en la República Argentina.

Desde su inauguración y por 20 años perteneció a la familia Anchorena.

En 1936, el Estado compró el Palacio Anchorena para que fuera la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores y allí cambió su nombre por el actual Palacio San Martín.

En la actualidad, en el palacio quedan muy pocas oficinas administrativas de la Cancillería porque éstas se mudaron al moderno edificio de la esquina de Arenales y Esmeralda. En realidad, ahora es sede de Ceremonial y se usa para recibir a los altos funcionarios de otros países, para reuniones de negocios, etc.

Está considerado como Monumento Histórico Nacional desde 1994.

¿Quiénes vivían en el Palacio San Martín?

A fines del siglo XIX, las familias de la aristocracia argentina empiezan a trasladarse desde el casco histórico de la ciudad de Buenos Aires hacia el norte, a causa de la epidemia de fiebre amarilla.

Mercedes se instaló en el palacios con sus 3 hijos que seguían con vida: Aarón viviría con ella en la casa que da a la calle Esmeralda; Enrique y su familia en la casa central; y Emilio con su mujer Leonor Uriburu en la que da a la calle Basavilbaso.

La construcción de este palacio fue contemporánea a los preparativos de los festejos del centenario de la Revolución de Mayo. La dueña de casa, Mercedes, le pidió a Christensen que apurara la construcción porque quería alojar a la infanta Borbón que iba a asisitir a la celebración.

Finalmente, la infanta fue parte de los festejos pero no se alojó en el Palacio Anchorena para gran decepción de su dueña.

Arquitectura del Palacio San Martín

Como te conté es obra del arquitecto Christophersen.

El frente da sobre la calle Arenales entre Esmeralda y Basavilbaso. Tiene un par de cúpulas, mansardas y chimeneas. Consta de 3 pisos, dos de ellos con columnas y balcones.

Apenas pasás la gran puerta de bronce de la entrada, llegás al patio de honor de planta oval, y al frente hay una delicada escalera que lleva hasta el piso principal.

Hay 2 elementos que te marcan los límites entre una vivienda y la otra. Por un lado, la galería decorada con una serie de columnas dóricas que interrumpen su ritmo cuando empieza cada casa y por el otro lado, las enormes cúpulas acentúan la división entre las 3 casas.

El jardín del palacio es pequeño en proporción al palacio pero es una delicia. Los ventanales que dan a él muestran los trabajos de herraje hechos en el taller Zamboni de Buenos Aires.

Características del interior del Palacio

Las tres viviendas del palacio como te conté eran totalmente independientes pero compartían el patio interior y el jardín. Entre ellas hay algunas similitudes y por supuesto diferencias.

Si te tengo que dar mi opinión, cada una tiene elementos que la harían mi preferida. El salón central de la casa de Mercedes no tiene comparación, es el más lindo con el fresco de su techo y las arañas de época.

A la casa central se accede por una escalera lindísima de hierro, que a pesar de no ser la más importante, tiene una ubicación excepcional. Es lo primero que se ve al entrar al palacio.

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Pero la de la derecha… es la dueña del jardín de invierno. Y a eso no hay forma de ganarle. Es el corazón del palacio, por lo menos en mi opinión.

En fin… para gustos, colores.

Similitudes y diferencias

Son más parecidos los interiores de la casa que da a la calle Esmeralda y la central. En ellas, las paredes son de estuco, un material que parece mármol y servía para mantener el frío en verano y el calor en invierno. También es similar en ambas casas, la escalera que lleva a los apartamentos superiores y el vitral que le da luz al ambiente.

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La más diferente es la casa 3, es decir la que da a la calle Basavilbaso, a lo mejor porque fue la última en construirse. La diferencia fundamental es que tiene triple altura, no tiene la misma escalera central sino en un lateral. Y la iluminación en lugar de provenir del vitral como en las otras casas, llega desde una claraboya superior.

Distribución de las plantas

En cuanto a la distribución de las plantas, era la habitual para la época en que se construyó. En la Planta Baja había depósitos y salas de máquinas; en el piano nobile los salones de recepción; en el segundo piso, las habitaciones de los dueños de casa; y en las mansardas, vivían los empleados de servicio.

Tesoros del Palacio San Martín

Salón Dorado en la residencia de Mercedes de Anchorena. En el centro del techo hay una pintura de Michelle Rondenay que llama la atención. No sólo por su tamaño sino por el tema de la pintura: una alegoría de la Conquista de América.

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Obras de famosos pintores, entre ellos Antonio Berni, Lino Enea Spilimbergo, Roberto Matta entre otros.

Regalos protocolares de los gobiernos de otros países.

Colección de Arte Precolombino con piezas de cerámica, piedras y metales del noroeste de la Argentina.

Biblioteca especializada en derecho internacional.

¡Y algo que me sorprendió muchísimo! Una sección del Muro de Berlín en el jardín, donación del gobierno alemán al Estado Argentino en 1999.

Notas de color

Los empleados de servicio del palacio tenían un color de chaqueta que determinaba para qué casa trabajaban.

Había muchísimas puertas secretas, (tenían el mismo decorado que las paredes para no ser visibles), para facilitar la doble circulación entre empleados y miembros de la familia. En la actualidad no se usan.

El jardín es tan pequeño en comparación con el palacio, porque la familia Anchorena quiso comprar la plaza San Martín para uso privado, pero no lo consiguió.

Las escaleras que están ubicadas justo en frente de la puerta de entrada son llamadas «las escaleras malditas»… y están clausuradas.
¿Por qué? En realidad, parece ser que los escalones tienen medidas diferentes y están acabadas con estuco lo que provocó que varias personas se cayeran porque, al estar afuera se vuelven muy resbaladizas.
La solución entonces fue clausurarlas.

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La leyenda de Corina Kavanagh

No podemos hablar del Palacio Anchorena sin hacer mención de la leyenda de la venganza por amor de Corina Kavanagh.

Cuenta la historia que uno de los hijos de Mercedes Castellanos de Anchorena se enamoró perdidamente de Corina Kavanagh, candidata que no era aprobada por la madre. Fue tal la oposición que la relación terminó al poco tiempo.

En venganza, la madre de Corina compró el terreno en frente a la Iglesia del Santísimo Sacramento y construyó un edificio cuyo único requisito era que impidiera la vista de la iglesia desde el Palacio Anchorena. Las vistas de la iglesia desde el palacio era uno de los mayores orgullos de Mercedes.

Sin embargo, y a pesar de que yo también creía en la historia, no fue real, cosa que me enteré en la visita guiada. Resulta que Mercedes murió en el año 1920 y el proyecto del edificio Kavanagh es de 1933.😯

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Visitas Guiadas al Palacio San Martín

Las visitas son gratuitas y en español.
Información de contacto:
Email: visitaspsm@mrecic.gov.ar
Teléfono: 54 11 4819 7000, internos 7299 / 7297 / 7382

Horarios Visita Histórica – Arquitectónica.
Martes y Jueves a las 14.00hs. y Viernes a las 17.00hs.

No dejes de llamar antes de ir. Recordá que se trata de un edificio donde se realizan las actividades protocolares del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y puede haber visitas oficiales programadas.

¡Te súper recomiendo esta visita! ¿Sabías que se podía visitar el Palacio San Martín? ¿Qué otro lugar de Buenos Aires recomendarías como imprescindible?