Por fin después de 16 años volvía a Budapest…

¿Vos pensás que un hotel puede marcar la impresión que te deja una ciudad? Pronto lo iba a descubrir.

Mi primera vez en Budapest había viajado a través de una agencia de viajes y por supuesto el hotel era el que nos había asignado la agencia.

En primer lugar, el hotel quedaba en una zona bastante fea y alejada de todos los lugares por donde paseas en esta magnífica ciudad imperial. También debo decir que Budapest hace 16 años, era bastante distinta a la que es hoy.

Como si esto fuera poco el colchón no llegaba a los 10 cm. de espesor. y para rematar el asunto, cuando al día siguiente nos juntamos a tomar el desayuno con nuestros compañeros de tour, varios coincidimos en que teníamos picaduras de algún bichito, ¿serían chinches?

Además del aspecto alojamiento, las visitas a las principales atracciones de la ciudad fueron a las apuradas y prácticamente sin tiempo para disfrutar de las vistas increíbles que podés apreciar desde cada una de las márgenes del Danubio.

 

¿Por qué elegimos el Corvinus Kempinski?

 

Toda esta introducción es para contarte que volví de Budapest con un sabor amargo en la boca, porque me habían hablado maravillas de la ciudad, pero nuestra estadía no había sido la mejor.

Por este motivo, decidimos que para nuestro regreso triunfal haríamos una elección del hotel muy dedicada, es decir, buena ubicación, un adecuado equilibrio entre calidad y precio, y buenos comentarios en las redes.

Tras evaluar varias opciones elegimos el Hotel Corvinus Kempinski.

Influyó en esta decisión conocer la seriedad de la empresa y nuestras magníficas estadías en el Adlon Kempinski de Berlín y en el Hotel Taschenberpalais Kempinski de Dresden.

 

Te cuento un poco de este hotel y te adelanto desde ya que cumplió con todas nuestras expectativas.

 

Ubicación ideal del Hotel Corvinus Kempinski

 

En el corazón de Budapest y a pasos de la Basílica de San Esteban y del Puente de las Cadenas, se levanta este moderno y espacioso hotel.

En frente queda el parque Erzsébet Square donde hay una noria gigante al estilo de Londres y desde la cual se obtienen vistas espectaculares de la ciudad.

También en este parque está ubicado un Memorial Tree en recuerdo de Michal Jackson, ya que el rey del pop era un asiduo huésped del hotel. Junto con otras celebridades del mundo del espectáculo como Madonna, quien se hospedó cuando filmaba las escenas de Evita tomadas en la ciudad de Budapest.

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Además de su óptima ubicación, cuenta con la ventaja de tener a 50 metros está la estación de Metro Deak -Ferenc, donde confluyen las tres líneas de Metro de la ciudad: M1 (amarilla); M2 (roja) y M3 (azul). Nosotros sacamos el pase diario y nos movimos por toda la ciudad.

 

Sobre el hotel 

 

Como te contaba, es nuestra tercera experiencia con este grupo y tenemos que decir que una vez más hemos vuelto ampliamente satisfechos.

El grupo Kempinski fue fundado en Alemania y en la actualidad tiene su casa central en Ginebra, Suiza. Por lo que leímos es el grupo hotelero de lujo más antiguo de Europa. Tiene hoteles en más de 30 países por el mundo de calidad 5 estrellas.

En nuestra opinión, elegir un hotel del grupo nos da seguridad de que seremos tratados con dedicación y con un servicio exclusivo.

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Los hoteles de este grupo son establecimientos de nuestro gusto, es decir, de estilo europeo. Desde edificios históricos lindísimos hasta otros más modernos, lo cierto es que es un lugar donde uno se siente muy cómodo.

El Corvinus Kempinski tiene 316 habitaciones y 35 suites con una decoración moderna y funcional, que es aconsejable tanto para viajeros en plan negocios o vacaciones.

A pesar, de que en varias oportunidades de los 4 días de nuestra estadía llegaron contingentes de turistas, nunca sentimos que no atendían a nuestras consultas en forma personalizada y atenta.

 

Nuestra experiencia.

 

Nada más llegar fuimos recibidos amablemente por distintos miembros del staff quienes se encargaron de nuestro equipaje, nos hicieron rápidamente el chek-in y nos llevaron hasta nuestra habitación.

La habitación que nos asignaron resultó una suite muy linda, con tamaño más grande de lo habitual para Europa, decorada con excelente gusto y con vistas a la famosa noria de Budapest.

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No sólo tenía una cama extra grande, sino que cabía la posibilidad de elegir entre un menú de almohadas. Un escritorio muy cómodo para el caso de tener que trabajar por unas horas, como fue nuestro caso.

Disfrutamos del spa del hotel, donde hacen distintos tipos de masajes y de tratamientos de belleza.

Probamos a distintas horas los distintos espacios gastrónomicos del hotel, porque brinda una gran variedad y flexibilidad para elegir el tipo de comida y horario en que querés hacerlo.

Además en nuestro caso, en una oportunidad que estábamos muy cansados recurrimos al servicio 24 horas in dining. Comimos muy bien y a un precio muy accesible.

Te sigo contando…

 

Las habitaciones del Corvinus Kempinski

 

No sé si a vos te pasa, pero a mí me encanta ir a mirar cuando puedo las otras habitaciones de los hoteles donde me alojo.

En algunos casos, decís: «La mía es más linda» y en otros no podés dejar de suspirar por la habitación que estás viendo.

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Todo lo que pude ver era de un excelente gusto, en nuestro caso, con vistas a la maravillosa Budapest Eye.

 

Gastronomía en el Hotel Corvinus Kempinski Budapest

 

Te alojes o no en el hotel, podrás disfrutar de una gran variada experiencia culinaria donde están presentes los conceptos de la cocina actual.

Te cuento de qué se trata cada uno de los lugares que están ubicados en la planta baja del hotel, que fue renovada hace poco tiempo. ¡Y se nota! Porque todo estaba impecable.

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Nobu

Es un lugar donde sirven comida japonesa y es uno de los restaurantes top de Budapest. Por lo que pudimos ver, el lugar tiene toda la onda y estaba lleno. No llegamos a conocerlo.

 

ES Bisztro

Este lugar está pensado como un lugar donde podés ir a tomar una copa o un café, comer algo rápido como una hamburguesa o un sandwich, o algo más elaborado como un plato húngaro o austríaco.

Es ideal para cuando volvés de un día cansado después de recorrer todo el día la ciudad y necesitás un lugar casual para ir a comer así nomás… 😉

 

The Living Room

Este lugar nos resultó super acogedor. Rico café,  distintos tés y una gran variedad de tortas y cosas dulces. Tanto para la hora del té como para el desayuno un lugar super relajado en medio del lobby del hotel.

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Bar The Blue Fox

Este un bar super cosmopolita, se escucha hablar en todos los idiomas posibles. Se puede tomar los tragos tanto adentro como en la terraza que da a la calle. Música agradable, una gran carta de tragos. Ideal para terminar el día cómodamente en grandes sillones donde se puede fumar.

 

The Spa: mi perdición

Existen personas que se tientan yendo a jugar al casino.

¡En mi caso, mi perdición es el spa! Y el del hotel es excelente, tiene de todo, las personas que atienden son un encanto, todo resulta fácil, así que anduve por el lugar en varias oportunidades.

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Hay distintos tipos de tratamientos para la cara y el cuerpo, masajes relajantes, para parejas, detox.

Yo me hice un tratamiento de limpieza de cutis seguido de un masaje relajante. Usé en varias oportunidades el sauna. Y volví a hacerme masajes…

Diego es más de la pileta porque su forma de relajarse es nadar. El tamaño de la pileta era genial y además tiene los jets para hidromasaje.

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Ese día el relax fue completo, después de los tratamientos, pedimos el servicio de In-Room Dining porque se había hecho un poco tarde para salir. El servicio está disponible las 24 horas y tiene un menú muy completo y aun precio muy accesible.

Si en tu caso te gusta hacer ejercicios, te cuento que además tiene una sala de aparatos muy completa.

 

Cómo llegar al Hotel Corvinus Kempinski

 

Desde el aeropuerto de Budapest Ferenc Liszt, ubicado a 24 kilómetros de la ciudad, hay varias opciones para llegar al centro, para distintos presupuestos.

La opción más barata es tomar el autobús 200 E que sale del aeropuerto y te lleva hasta la estación Kőbánya-Kispest de la línea M3 (azul). Cuesta 900 florines (HUF) equivalentes a 3€ .Desde acá hasta la estación Deak Ferenc que es la que queda cerca del hotel sólo hay una parada. El trayecto completo lleva unos 14 minutos, incluidos los transbordos. 

La más cómoda es contratar un transfer directo al hotel, donde te van a esperar con un cartel con tu nombre. Podés reservar haciendo clic en este enlace.

En taxi, el precio varía según la zona de Budapest a la que vayas. Pero para que tengas una idea el precio es de alrededor de  26€.

 

Distancia a las principales atracciones de la ciudad

  • Puente de las Cadenas 0,5 km
  • Basílica de San Esteban 0,5 km
  • Parlamento 1,2 km
  • Opera 0,7 km
  • Barrio del castillo de Buda – Bastión de los Pescadores – Iglesia de Matías 1,3 km
  • Galería de Arte Húngara – Museo de Bellas Artes – Plaza de los Héroes 2,9 km
  • Baños Széchenyi 3,1 km
  • Calles comerciales – Shopping 0,0 km

 

Conclusión

 

Te hago la misma pregunta que al principio ¿Vos pensás que un hotel puede marcar la impresión que te deja una ciudad?

Yo creo que sí. Budapest esta vez brilló, nos sentimos mimados como en nuestra casa. Fuimos y vinimos como si fuéramos locales. Todo resultó fácil. Hasta los días acompañaron. A pesar de ser otoño avanzado, sólo tuvimos días de cielo azul y temperatura agradable.

En la ciudad imperial, nos sentimos emperadores… Gracias Budapest y gracias a todo el staff del Corvinus Kempinski

¡Hasta la vuelta!